domingo, 16 de julio de 2017

Sombra aquí y sombra allá...

maquíllate, maquíllate... (o no).
Reflexiones profundas de un domingo por la tarde, ¿por qué me maquillo?, ¿porque me gusta, porque me hace sentir más segura, por "imposición social"?.
¿Y todas estas preguntas, así de sopetón a qué vienen?. Pues aquí está le respuesta:
Lo reconozco, soy seguidora de Marta, pero también de Leticia, de Rosa, de Ana, de Aparichi y de alguna que otra más. Me gusta el maquillaje, me divierte muchísimo, desde que empecé a conocerlo en mi adolescencia, por allá por los 15 hasta hoy siempre me ha acompañado, en cada edad de una manera distinta.
A los 15 me pintaba como una puerta con polvos compactos tres tonos más que mi color, que era lo que entonces se llevaba. Y sombras, marrones y naranjas y lápiz negro en la linea de agua inferior.
También me gustaban las máscaras de pestañas azules y moradas y nunca, nunca, nunca, usaba colorete.
Hacia los 17 o 18 el maquillaje empezó a ser la manera de intentar camuflar el acné rebelde que desde entonces me acompaña. Descubrí otras texturas fluidas, menos pesadas.
Y a los 21 empecé a trabajar y desde entonces, siempre, siempre, siempre, he salido maquillada para mi puesto de trabajo cada mañana, haya estado de cara al público o no.
¿Puedo vivir sin maquillarme?, por supuesto, con mi carita lavada os lo digo, los fines de semana y vacaciones no suelo maquillarme, no porque crea que haga falta dejar respirar la piel, o porque vaya a ver a menos gente, simplemente por pereza.
Y pienso, ¿por qué me maquillo?, no me siento más insegura sin maquillaje, por más que estas manchas que me están saliendo no me gusten, ni aunque se me vean más los granos, sabéis, por pretencioso que suene me gusto así, he aprendido a quererme con los años. ¿Me pinto para gustar más a los demás?, en absoluto, la opinión que tengan los demás sobre mi aspecto es asunto suyo y no mío. ¿Me maquillo con convencionalismo social?, no, porque si fuera así sólo lo haría cuando vaya a ser vista en algún sitio "público".
Me maquillo PORQUE ME ENCANTA, me divierte muchísimo probar nuevas cosas, distintas técnicas y herramientas, diferentes productos y texturas. No os engaño, yo me veo mucho más guapa maquillada pero no me quedan traumas cuando me miro al espejo sin maquillar.
Y todas las opciones me parecen bien. Mi amiga May jamás se maquilla  según ella lo de ponerse colores en la cara le resulta "tribal". Por el contrario, mi amiga María es incapaz de salir a la calle, vaya a donde vaya sin un mínimo de maquillaje, aunque sea una base y una máscara de pestañas.
Yo hago mi particular reto del "no makeup en vacaciones de verano" y, ¿queréis que os cuente un secreto?, el día antes de volver al trabajo sólo la idea de pensar en cómo maquillarme al día siguiente me hace mucha menos dura la vuelta.
Y para las que penséis que es bueno no maquillarse durante una temporada os diré que quizás tengáis razón, pero en mi caso no es así. Mi rutina de limpieza es más exhaustiva cuando me maquillo, los cuidados son mayores y además, usando productos de buena calidad os digo sin duda que mi piel lo agradece, así que, si has llegado leyendo hasta aquí, no te quedará duda de que para mi el maquillaje es una afición estupenda que me da mucho más que me quita.